Nicolás Dujovne informó este viernes que en 2018 el Sector Público Nacional logró sobrecumplir la meta de déficit fiscal acordada con el FMI por 0,3 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) y varios especialistas explicaron que en realidad la sobrecumplió por escasos céntimos y que, por ende el ajuste fiscal deberá ser 10% mayor al 2,4% del PBI del déficit anunciado hoy.

Es que el FMI exigió al Gobierno que cambiase la metodología contable para registrar el gasto y eso obliga al Gobierno a profundizar el objetivo en 0,26 puntos del PBI adicionales, unos $36.500 millones.

Dujovne sobrecumplió la meta fiscal del 2018 y se encamina a aprobar la revisión del FMI

Con $338.987 millones de gastos primarios por encima de los ingresos primarios, el déficit fiscal fue del 2,4% del PBI, 0,3% por debajo del 2,7% que el Gobierno tenía por objetivo. Sin embargo, este valor no incluye los $35.263 millones que se destinaron al Programa de Inversiones Prioritarias, un monto que el FMI consideró que debería ser computado sobre la línea como parte del gasto corriente. Así, con la metodología del Fondo Monetario el déficit fiscal primario habría sido del 2,66%.

"La meta con el FMI era de 378.000 millones de pesos, es decir, 2,7% del PBI. Esta meta incluye el gasto del programa de Inversiones Prioritarias, que sumado al déficit de 2,4% anunciado por el Gobierno, arroja un déficit de 2,662% del PBI. Es decir que si bien sobrecumplieron, fue por casi 0,04 y no 0,3 puntos. Si el déficit era superior al fijado por la meta, entraban en juego los ajustadores que se podían usar para gasto social o para gasto de capital, pero eso no es que la meta acordada por sí sola incluyera este dinero. Son ajustadores que si se usaban, hubiesen permitido que el déficit se elevara al 3% del PBI, pero es no quiere decir que la meta fuera esa", sintetizó Lorena Giorgio, economista senior de EconViews.

'La meta con el FMI era del 2,7% del PBI. Esta meta incluye el gasto del programa de Inversiones Prioritarias, lo que arroja un déficit de 2,662% del PBI. Es decir que si bien sobrecumplieron, fue por casi 0,04 y no 0,3 puntos como anunciaron', sintetizó Lorena Giorgio, economista senior de EconViews.

De hecho, la metodología con la que deberán computarse los gastos en 2019 fue modificada de acuerdo a los requisitos del Fondo Monetario Internacional. Por lo que este año el déficit primario deberá bajar del 2,66% del PBI -y no del 2,4%- al equilibrio fiscal, es decir, déficit cero.

Fuentes oficiales explicaron a LPO que aunque el equipo de técnicos argentinos estuvo de acuerdo con el FMI en que era necesario el cambio de metodología, les explicaron a los integrantes del organismo multilateral que, como la Ley de Presupuesto 2018 ya había sido promulgada en diciembre de 2017, "legalmente en 2018 no lo podíamos hacer porque íbamos a necesitar del Congreso y eso solo sería posible para 2019" y que por ese año hicieran la excepción.

Así, el objetivo fiscal de 2018 pasó a ser "del 3,2% a una meta después revisada del 2,7% del producto. Esa meta no incluía el Programa de Inversiones Prioritarias. Con esta metodología hicimos 338 mil millones de pesos, que es 2,4% del Producto", señalaron en Hacienda. Y el FMI les permitió que la meta fuese "ajustable hacia arriba por un monto equivalente" a la de los criterios del Fondo a la hora de fijarla para la revisión del Acuerdo Stand-by.

"Las dos metas se sobrecumplieron. En los dos casos estamos con un sobre cumplimiento de aproximadamente el 0,3% del producto, ya sea que hubiésemos usado el ajustador del Fondo o si nos limitamos a nuestra metodología. Con la nuestra es 2,4% contra 2,7% y con la del Fondo son $374.000 millones contra los $378.000 millones más el ajustador de gastos de capital más el ajustado del gasto social", aseguraron fuentes oficiales.

El ajustador de gastos de capital es por $30.000 millones y el ajustador de gasto social es por $14.000 millones, el 0,2% adicional del PBI que el FMI había adelantado que perdonaría como excedente sobre el déficit si era destinando exclusivamente a la contención social.

Sea cual sea el sobrecumplimiento, la realidad es que por el cambio en la contabilidad del gasto en 2019 el ajuste deberá casi duplicar en magnitud al del año pasado. Si entre 2017 y 2018, el ajuste primario fue de 1,4 puntos porcentuales del PBI (bajó del 3,8% al 2,4%), en 2019 deberá multiplicarse y llegar ser de 2,66 puntos porcentuales hasta llegar al déficit cero.

El Gobierno apuesta al impuesto inflacionario para poder cumplir con la meta fiscal del 2019

Este esfuerzo implicará que los ingresos fiscales pasen de superar al gasto por 6 puntos y lo hagan por 17 puntos, algo que el mercado duda que sea factible. Y en caso de lograrse, tampoco significaría una reducción en el déficit total o financiero, ya que los intereses de deuda seguirán en alza en 2019 por otros 0,4 puntos del PBI. En 2018 subieron 0,6 puntos del PBI, lo que hizo que el déficit financiero cerrara en 5,2% del PBI.